El prurito o picor es una sensación intensa que se alivia rascando la zona. Estos picores normalmente
ceden con rapidez y suelen ser originados por alguna afección cutánea leve. o alguna anomalía interna. El picor que persiste durante varios días se puede considerar patológico, y hay que diferenciarlo del que se produce a causa de ciertas enfermedades cutáneas como sarna, ladillas, piojos etc...
Además hay picores que son producidos por medicamentos, lo mismo que ocurre en el caso de los metales y tejidos sintéticos.
El tratamiento a seguir cuando nos ocurre esto es:
Compresas frías de malva sobre la zona afectada y baños templados con harina de avena, el tratamiento más eficaz como he comentado en alguna otra ocasión es aplicar aceite esencial en este caso el de hisopo, menta, lavanda y própolis, siempre aplicados de forma externa.
También podemos recurrir a aplicar bardana en infusión tanto por vía interna como local en compresa, al igual que se ha dicho anteriormente con la malva.
Evidentemente estos consejos son utilizados únicamente en el caso de que haya prurito o picor indeterminado, por lo que en caso de ser hallado en nuestra piel por causas de alguna enfermedad, es preferible consultar con el especialista.
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